
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo, que provoca alteraciones de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre y en la orina.
A pesar de que muchos de nuestros pacientes puedan pensar, esta patología es mucho más común de lo que parece. Según la Organización Mundial de la Salud, hay más de 347 millones de personas en el mundo diagnosticadas con diabetes, una enfermedad que está estrechamente ligada a la salud bucodental. Otro dato a destacar es que el 6% de los españoles también la padece, pero aún lo desconoce.
Un control glucémico inadecuado aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades orales serias, como la gingivitis y la periodontitis.
La gingivitis es una patología oral causada por la inflamación de las encías, originada por la acumulación de placa dental, lo cual sucede con bastante frecuencia en pacientes diabéticos.
Si no realizamos un tratamiento adecuado de esta infección, los niveles de glucemia en sangre pueden alterarse, dificultando el control de la diabetes. Por ello es fundamental el control de esta patología y aún más en su relación bucodental.
La periodontitis es otra de las enfermedades más características de los diabéticos, que en última instancia puede derivar en la pérdida de una o más piezas dentales.
Lo mismo sucede con la caries dental o la candidiasis bucal. Son patologías que están muy relacionadas con la sequedad bucal (xerostomía). Los pacientes diabéticos que no controlan su enfermedad como deberían, aumentarán sus niveles de glucosa en la saliva. Esto fomentará la halitosis (mal aliento) en el paciente, además que las bacterias acumulada en los dientes, atacarán el esmalte dental, produciéndose así caries en la boca.
Desde Sur Dental Cádiz te recordamos que es fundamental que los pacientes diabéticos extremen su rutina de higiene bucodental. Además del cepillado dental, deberán hacer uso de la seda dental y el enjuague bucal. Y, por supuesto, deberán acudir a nuestro centro para someterse a revisiones orales completas, como mínimo, cada 6 meses, incluyendo tratamientos periodontales.